FRANCISCO PULIDO. Nació el 10 de noviembre de 1966 en Ciudad Victoria, Tamaulipas, México.
Desde temprana edad, mostró un profundo interés por el deporte, la disciplina y el desarrollo humano, valores que más tarde marcarían su camino profesional.
Desde 1987, ha dedicado su vida al entrenamiento de atletas de alto rendimiento, consolidándose como un referente en el ámbito deportivo. Su labor ha sido fundamental en la formación de deportistas que han alcanzado el éxito en diversas disciplinas, destacándose no solo por su capacidad técnica, sino también por su habilidad para motivar e inspirar a sus alumnos a superar sus propios límites.
Licenciado en Entrenamiento Deportivo y Organización Deportiva, ha complementado su formación con certificaciones en transformación personal, life coaching y diversos talleres de liderazgo. Su enfoque integral del entrenamiento deportivo combina el desarrollo físico con la fortaleza mental y emocional, ofreciendo una visión holística del éxito y la superación personal. A lo largo de los años, ha compartido su experiencia a través de conferencias, seminarios y mentorías, convirtiéndose en un guía para quienes buscan mejorar su desempeño en el deporte y en la vida.
Su trayectoria, marcada por desafíos personales y la riqueza de la experiencia de vida, lo ha llevado a plasmar sus conocimientos y reflexiones en su obra El santuario de las águilas, un libro que busca inspirar y transformar la manera en que las personas enfrentan los retos y persiguen sus metas.
Más allá del mundo deportivo, Francisco es un apasionado del arte fotográfico, la literatura de calidad y la música, tres disciplinas que le han permitido explorar nuevas formas de expresión y creatividad. Su amor por la naturaleza y su aprecio por los pequeños placeres de la vida se reflejan en su disfrute de una buena conversación, siempre acompañada de una taza de café y la calidez de la amistad.
Con una mentalidad enfocada en la excelencia y el crecimiento continuo, Francisco Pulido sigue dejando huella en cada persona que tiene el privilegio de conocerlo, ya sea en el ámbito deportivo, en el desarrollo personal o en la simple belleza de compartir experiencias significativas.